El sol araña preciso
Las paredes encaladas,
Reventando de geranios,
Las ventanas enrejadas.
Los campos ríen felices
Una risa desbocada
De lirios y de amapolas
En las bocas onduladas.
Olor a felicidad,
Que se crece y desparrama,
Vertiéndose gota a gota
En los muslos de la amada.
Tarde flamenca que mece
En su regazo ventanas,
Que negando lo que brota
De cerrojos se amamantan.,
Las paredes encaladas,
Reventando de geranios,
Las ventanas enrejadas.
Los campos ríen felices
Una risa desbocada
De lirios y de amapolas
En las bocas onduladas.
Olor a felicidad,
Que se crece y desparrama,
Vertiéndose gota a gota
En los muslos de la amada.
Tarde flamenca que mece
En su regazo ventanas,
Que negando lo que brota
De cerrojos se amamantan.,
En la celda del montilla
El tiempo fluye y divaga.
El sol no estrellaba el cielo
Y la luna no soñaba.
Un ruiseñor primerizo,
Que con la luz alumbraba,
Rasgó un día su recuerdo
Con saeta envenenada.
Bocas agrias y punzantes
Los muros fríos escalan
Arqueándose en el aire
Trémulo de la mañana.
Allí maldijo el montilla
Con cien picas desgarradas
Las saetas voladoras
Que en el ave aterrizaban.
Manuela Nogueiras
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